
Tres desafíos que enfrenta Arnold en el campamento de Basora antes del encuentro con los surcoreanos
Con la fecha crucial de los partidos contra Corea del Sur y Jordania acercándose, la selección iraquí de fútbol vive una de las etapas de preparación más tensas y desafiantes, bajo la dirección del entrenador australiano Graham Arnold, quien continúa trabajando en el campamento de Basora en medio de crecientes presiones para llevar a los "Leones de Mesopotamia" hacia la clasificación directa para la Copa del Mundo 2026.
Irak recibirá a Corea del Sur el 5 de junio en el Estadio Internacional de Basora, antes de visitar a Jordania el 10 del mismo mes en el Estadio Internacional de Amán, en el marco de las novena y décima rondas de las eliminatorias asiáticas. Con el tiempo limitado y la enorme responsabilidad, Arnold enfrenta tres desafíos principales que complican su misión.
Lo que más preocupa al entrenador australiano es el clima caluroso en la ciudad de Basora, donde las temperaturas alcanzan los 46 grados centígrados durante el día y 26 por la noche. Aunque las sesiones de entrenamiento se llevan a cabo por la tarde a las siete, el ambiente sigue siendo agotador, lo que afecta la condición física de los jugadores y su respuesta táctica. Arnold, conocido por su atención a los detalles físicos, considera que el calor elevado podría debilitar la capacidad del equipo para ejecutar sus ideas en el campo, especialmente contra un equipo rápido y organizado como Corea del Sur.
La ausencia del experimentado delantero Ayman Hussein en el partido contra Corea ha sido un golpe inesperado para Arnold, especialmente porque el jugador tiene una presencia física y moral que da confianza al resto del equipo. El entrenador se encuentra hoy ante un dilema ofensivo, entre confiar en Mohanad Ali "Mimi", máximo goleador de la liga iraquí, o dar la oportunidad completa al joven talento Ali Al-Hamadi, jugador del Ipswich Town inglés. La elección entre ambos aún no se ha resuelto, ya que Arnold busca un delantero que combine fuerza, velocidad y movimiento inteligente en los espacios, características precisas que son difíciles de reemplazar fácilmente.
El tercer desafío se refiere a la defensa, que ha estado sufriendo inestabilidad desde los días del entrenador español Jesus Casas. Arnold ha intentado abordar esta crisis ampliando sus opciones en la posición de defensa central, convocando a jugadores que faltaban en la lista anterior como Zaid Tahseen, Mustafa Saadoun, Saad Natiq y Ali Faiz, en un intento de construir una pareja sólida que devuelva el equilibrio a la línea trasera. Sin embargo, el factor tiempo y la falta de compenetración siguen siendo elementos preocupantes antes de enfrentar a oponentes que tienen una alta inclinación ofensiva.
La selección iraquí entra en la penúltima ronda en el tercer lugar del grupo B con 12 puntos, a una distancia de un punto de Jordania, que está en segundo lugar, y cuatro puntos detrás de Corea del Sur, que lidera. Dado que la clasificación directa incluye a los dos primeros equipos de cada grupo, los partidos contra Corea y Jordania representan una "vida o muerte" para las esperanzas de Irak de aparecer en la Copa del Mundo sin recurrir a un difícil playoff continental.
El campamento en Basora no es solo una preparación física, sino un campo para restaurar el equilibrio, construir confianza y romper barreras. Por su parte, Arnold sabe muy bien que el éxito en este desafío será un paso histórico que inmortalizará su nombre en el fútbol iraquí.
Irak recibirá a Corea del Sur el 5 de junio en el Estadio Internacional de Basora, antes de visitar a Jordania el 10 del mismo mes en el Estadio Internacional de Amán, en el marco de las novena y décima rondas de las eliminatorias asiáticas. Con el tiempo limitado y la enorme responsabilidad, Arnold enfrenta tres desafíos principales que complican su misión.
Lo que más preocupa al entrenador australiano es el clima caluroso en la ciudad de Basora, donde las temperaturas alcanzan los 46 grados centígrados durante el día y 26 por la noche. Aunque las sesiones de entrenamiento se llevan a cabo por la tarde a las siete, el ambiente sigue siendo agotador, lo que afecta la condición física de los jugadores y su respuesta táctica. Arnold, conocido por su atención a los detalles físicos, considera que el calor elevado podría debilitar la capacidad del equipo para ejecutar sus ideas en el campo, especialmente contra un equipo rápido y organizado como Corea del Sur.
La ausencia del experimentado delantero Ayman Hussein en el partido contra Corea ha sido un golpe inesperado para Arnold, especialmente porque el jugador tiene una presencia física y moral que da confianza al resto del equipo. El entrenador se encuentra hoy ante un dilema ofensivo, entre confiar en Mohanad Ali "Mimi", máximo goleador de la liga iraquí, o dar la oportunidad completa al joven talento Ali Al-Hamadi, jugador del Ipswich Town inglés. La elección entre ambos aún no se ha resuelto, ya que Arnold busca un delantero que combine fuerza, velocidad y movimiento inteligente en los espacios, características precisas que son difíciles de reemplazar fácilmente.
El tercer desafío se refiere a la defensa, que ha estado sufriendo inestabilidad desde los días del entrenador español Jesus Casas. Arnold ha intentado abordar esta crisis ampliando sus opciones en la posición de defensa central, convocando a jugadores que faltaban en la lista anterior como Zaid Tahseen, Mustafa Saadoun, Saad Natiq y Ali Faiz, en un intento de construir una pareja sólida que devuelva el equilibrio a la línea trasera. Sin embargo, el factor tiempo y la falta de compenetración siguen siendo elementos preocupantes antes de enfrentar a oponentes que tienen una alta inclinación ofensiva.
La selección iraquí entra en la penúltima ronda en el tercer lugar del grupo B con 12 puntos, a una distancia de un punto de Jordania, que está en segundo lugar, y cuatro puntos detrás de Corea del Sur, que lidera. Dado que la clasificación directa incluye a los dos primeros equipos de cada grupo, los partidos contra Corea y Jordania representan una "vida o muerte" para las esperanzas de Irak de aparecer en la Copa del Mundo sin recurrir a un difícil playoff continental.
El campamento en Basora no es solo una preparación física, sino un campo para restaurar el equilibrio, construir confianza y romper barreras. Por su parte, Arnold sabe muy bien que el éxito en este desafío será un paso histórico que inmortalizará su nombre en el fútbol iraquí.