Después del éxito de la segunda edición de la Copa Árabe bajo la supervisión de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), el torneo continuó reafirmando su importancia como una de las competiciones regionales más destacadas, gracias a la organización excepcional y al alto nivel técnico mostrado por las selecciones participantes.

El torneo, que fue ganado por la selección de Marruecos, contó con una destacada asistencia de público y fuertes competencias entre los equipos árabes, lo que refleja el gran desarrollo que experimenta el fútbol árabe, además de recibir amplios elogios por parte de los seguidores y las federaciones nacionales por la forma de organización y producción.

Esto ha hecho que la idea de organizar el campeonato cada dos años en lugar de cada cuatro sea más probable que nunca, y está siendo estudiada por las autoridades correspondientes.

La supervisión de la FIFA en el torneo contribuyó a fortalecer su valor artístico y mediático, ya que se aplicaron los más altos estándares organizativos y arbitrales, lo que otorgó a la competición una mayor credibilidad tanto a nivel continental como internacional.

Y los organizadores del torneo esperan que este éxito sirva como un incentivo para un mayor desarrollo en las próximas ediciones, asegurando la continuidad de la Copa Árabe como un evento futbolístico unificador que refleje la fuerza y la historia del fútbol árabe.