El diario catalán Sport destacó la trayectoria del holandés Ibrahim Afellay, uno de los nombres que llegó al Barcelona cargado de grandes esperanzas, antes de que las lesiones le jugaran en contra y cambiaran su rumbo. En el invierno de 2011, el club catalán cerró la contratación de Afellay por 3 millones de euros, a petición directa del entrenador Pep Guardiola, quien lo vio como un jugador capaz de aportar soluciones técnicas y velocidad adicional al sistema del equipo.

El periódico señaló que la presentación de Afelay despertó la emoción de los aficionados del Camp Nou, debido a sus habilidades individuales y su capacidad para romper las líneas defensivas. A pesar de su corta experiencia real en el campo, estuvo presente en momentos inolvidables, destacando su pase decisivo en el Clásico en el estadio Santiago Bernabéu, que allanó el camino para que el Barcelona llegara a la final de la Liga de Campeones 2011 en Wembley, torneo que ganó junto con el título de la Liga española y las dos Supercopas locales.

Afellay nació en 1986 en Utrecht en una familia de origen marroquí, y creció en circunstancias difíciles tras la pérdida de su padre, lo que contribuyó a forjar su carácter desde temprana edad. Sport confirma que su brillante desempeño con el PSV Eindhoven lo clasificó como uno de los talentos más destacados de su generación en los Países Bajos, gracias a un estilo de juego que combina velocidad, habilidad y flexibilidad táctica entre la posición de extremo y la de mediapunta.

Pero las lesiones consecutivas fueron el punto de inflexión negativo en su carrera dentro del Barcelona, ya que lo mantuvieron alejado de la competencia durante mucho tiempo, antes de comenzar una serie de cesiones hacia el Schalke y luego el Olympiacos, hasta su transferencia definitiva al Stoke City, sin lograr recuperar el brillo que anteriormente había llamado la atención de toda Europa.

A nivel internacional, Afellay eligió defender los colores de la selección de Holanda en lugar de Marruecos, y participó en la Eurocopa 2008 y 2012, además de la Copa del Mundo 2010, en la que llegó a la final y perdió contra España, siendo en ese torneo una de las cartas suplentes.

Y Sport concluyó su informe señalando que Afellay terminó su carrera futbolística en febrero de 2021 con el PSV Eindhoven, antes de dedicarse al trabajo técnico, donde trabajó en los cuerpos técnicos de las categorías juveniles del club Feyenoord, colaboró con Robin van Persie en la selección de Holanda sub-19, y luego se trasladó al ámbito del análisis televisivo, convirtiéndose en una voz presente en la escena deportiva holandesa, con un seguimiento especial de la trayectoria del Eindhoven bajo la dirección de Peter Bosz en particular.