El sitio 'CaughtOffside' reveló que el futuro del extremo inglés Raheem Sterling con el Chelsea se ha vuelto incierto, mientras el club se prepara para facilitar su salida durante el mercado de transferencias de invierno, debido a su escasa participación bajo la dirección del entrenador Enzo Maresca y la dificultad para obtener minutos de juego regulares.

El salario del jugador representa una carga financiera para el club, lo que hace que su salida sea una opción contemplada, ya sea mediante una transferencia permanente, un préstamo o incluso la rescisión del contrato de mutuo acuerdo en caso de no llegar a un acuerdo adecuado. Sterling tiene un registro con los Blues de 19 goles en 81 partidos.

Esta medida forma parte de la estrategia del Chelsea para controlar los gastos, con el objetivo de equilibrar la estructura salarial y abrir espacio para jugadores jóvenes. La falta de consistencia y la escasa participación de Sterling lo han convertido en uno de los principales candidatos para dejar el club en enero.

El jugador ha despertado interés de varios clubes dentro de la Premier League, donde el Crystal Palace ha expresado su admiración por su experiencia y versatilidad, con el deseo de su entrenador Oliver Glasner de reforzar la línea ofensiva debido a algunas lesiones.

Además, el Leeds United ve en Sterling una posible incorporación para aumentar la velocidad, creatividad y experiencia en el equipo, mientras que su nombre sigue circulando en ámbitos europeos y más allá, con un interés previo del Bayern Múnich y renovado interés de clubes de la liga saudí.

La opción de permanecer en Europa sigue siendo una prioridad para Sterling para recuperar su nivel y reputación mediante la participación regular, en lugar de buscar un contrato alto en el extranjero. Parece que su salida en enero es solo cuestión de tiempo, con el Crystal Palace como el club más probable para ficharlo debido a su posición en la liga y un estilo de juego que se adapta a sus capacidades.

Si se concreta el acuerdo, marcará el fin de un capítulo turbulento en la carrera de Sterling y una oportunidad para recuperar el brillo que alguna vez lo convirtió en uno de los delanteros más peligrosos del fútbol inglés.