La selección iraquí recibió un duro golpe a menos de 24 horas de su primer partido en el Campeonato Árabe de Catar 2025 contra la selección de Baréin, después de que el jugador Marco Faraj abandonara de manera inesperada el campamento de los Leones de Mesopotamia, tras llegar a un acuerdo oficial con uno de los clubes europeos para unirse a sus filas en la próxima etapa.

La salida del jugador fue resultado de la negativa de su club actual a permitir su participación, dado que el torneo se celebra fuera de los días FIFA, lo que otorga a los clubes el derecho de reclamar a sus jugadores, lo que obligó a Marco a regresar para completar los trámites de su transferencia.

Según los reglamentos del torneo, no se permite añadir a ningún jugador nuevo a la lista antes del inicio del primer partido, salvo que exista un informe médico oficial que certifique una lesión, lo cual no aplica en el caso de Marco Faraj, dejando a la selección iraquí obligada a disputar el torneo con solo 22 jugadores.

Esta pérdida técnica es uno de los mayores retos que enfrenta el entrenador Graham Arnold antes de enfrentar a Baréin, especialmente porque Marco es uno de los elementos más importantes en los que el cuerpo técnico confía, gracias a sus altas habilidades, velocidad y capacidad para marcar la diferencia en el último tercio ofensivo.

Fuentes cercanas al jugador indican que Marco está a un paso de transferirse oficialmente a uno de los clubes de la liga italiana, donde el jugador ha recibido gran interés tras sus destacadas actuaciones con su equipo noruego y con la selección iraquí en el periodo reciente.