Los enfrentamientos directos entre Lionel Messi y Thomas Müller han sido una de las rivalidades individuales más emocionantes y dolorosas en el fútbol moderno, aunque ambos son estrellas del juego y han ganado la Copa del Mundo, con una gran ventaja general para la estrella argentina, la balanza se ha inclinado notablemente a favor de Müller en sus encuentros directos.

No se trata solo del número de victorias, sino de cómo se lograron; los equipos para los que jugó Müller causaron algunos de los mayores desastres futbolísticos en la brillante carrera de Messi, convirtiéndose en una especie de "complejo" personal para la estrella argentina.

El primer daño y el más impactante fue en los cuartos de final de la Copa del Mundo 2010, cuando Müller lideró a su selección, Alemania, para arrasar a Argentina con un marcador de 4-0; Müller no solo anotó, sino que fue parte de una maquinaria alemana que aplastó las tempranas aspiraciones de Messi en el Mundial.

La escena dolorosa se repitió en 2013 en las semifinales de la Liga de Campeones de la UEFA, cuando el Bayern de Múnich demolió las defensas del Barcelona tanto en casa como fuera con un marcador global de 7-0; Müller fue el arquitecto principal de esa hazaña, anotando tres goles y confirmando su abrumadora superioridad sobre el equipo de Messi, privándolo de otra oportunidad de conquistar el título continental.

El punto máximo del dolor llegó en 2014, cuando Messi y Müller se enfrentaron en el partido más importante de sus carreras: la final de la Copa del Mundo en el histórico estadio Maracaná, donde Alemania fue un obstáculo insalvable para el sueño de Messi de levantar la copa en ese momento; aunque Müller no anotó en la final, su selección se llevó la victoria en tiempo extra, causando uno de los momentos más tristes en la historia del fútbol argentino, siendo esta derrota una puñalada profunda en el corazón de la estrella argentina.

La serie continuó en 2020, cuando el mundo presenció la peor derrota en la carrera de Messi hasta la fecha, en los cuartos de final de la Liga de Campeones, cuando el Bayern de Múnich liderado por Müller aplastó al Barcelona con un marcador histórico de 8-2; Müller anotó dos goles en ese partido que se convirtió en sinónimo del colapso total del Barcelona y marcó un punto de inflexión que obligó a Messi a abandonar posteriormente su club de toda la vida.

Con el esperado enfrentamiento en la final de la Copa de la Liga Americana 2025 entre Inter Miami y Vancouver, Messi finalmente busca reivindicarse, mientras que Müller apunta a profundizar las heridas de Messi una vez más.