El brasileño Felipe Luis dio sus primeros pasos en el mundo del entrenamiento con calma y confianza, lejos del ruido, pero con pasos calculados que lo convirtieron en uno de los entrenadores jóvenes más destacados en el fútbol moderno.

Luis había anunciado su retiro como jugador en diciembre de 2023, pero no se alejó mucho del césped, ya que en junio de 2024 regresó para dirigir al equipo sub-20 de Flamengo, implementando su filosofía de entrenamiento desde el primer día.

No tardó mucho en mostrar su impacto; en agosto de 2024 llevó a los jóvenes de Flamengo a coronarse campeones del Mundial sub-20, un logro que acaparó la atención y destacó sus capacidades tácticas y su habilidad para manejar talentos emergentes.

Con este rápido éxito, llegó la decisión natural al mes siguiente, cuando fue nombrado entrenador del primer equipo en septiembre de 2024, comenzando así un nuevo y más desafiante camino.

Desde ese momento, su sello fue evidente. Su equipo jugó con mayor organización, una personalidad más fuerte y una mayor capacidad para controlar el ritmo, sabiendo cómo desarrollar a los jugadores y asignarles roles que se ajustaran a sus habilidades, aprovechando su experiencia como jugador en varios clubes europeos y bajo la dirección de entrenadores de élite.

Luis logró llevar a Flamengo a ganar hasta ahora cuatro grandes títulos: la Copa de Brasil, el Campeonato Carioca, la Supercopa de Brasil, antes de coronarse ayer con la Copa Libertadores, y está a un paso de lograr el título de la liga brasileña.

Desde que asumió la dirección técnica de Flamengo, el entrenador brasileño ha dirigido a su equipo en 84 partidos, logrando 54 victorias, empatando en 21 y perdiendo solo en 9 encuentros.

Muchos ven a Felipe Luis como uno de los proyectos de entrenador más importantes de la nueva generación; un técnico que combina la mentalidad de un gran jugador con una filosofía de entrenamiento moderna basada en la inteligencia táctica, la calma y la disciplina. A pesar de su experiencia limitada, no ha ocultado su ambición de algún día dirigir un gran club europeo... tal vez en la misma continente donde brilló como jugador, pero esta vez desde el área técnica, no dentro del campo.