Partido de solidaridad humana entre el País Vasco y Palestina para apoyar a Gaza
Con la victoria de la selección del País Vasco sobre la selección de Palestina en un partido amistoso por tres goles a cero, el encuentro que se celebró en el estadio "San Mamés" en la ciudad de Bilbao, España, el sábado quince de noviembre, fue un evento excepcional que trascendió los límites del fútbol. El terreno de juego se convirtió en un escenario de solidaridad, donde miles de aficionados vascos participaron apoyando al pueblo palestino y su causa, en una escena humana conmovedora que impresionó al mundo.
Antes del inicio del partido, miles de aficionados organizaron una multitudinaria marcha por las calles de Bilbao en señal de solidaridad con Palestina, ondeando banderas palestinas y pancartas que exigían el fin del genocidio en la Franja de Gaza. Dentro del estadio, los seguidores se unieron hombro con hombro con los jugadores de ambos equipos en un momento emotivo que refleja el poder del deporte para unir a los pueblos en torno a causas humanitarias justas.
En declaraciones a la prensa, Ihab Abu Jazar, el director técnico de la selección palestina, expresó su orgullo y felicidad por el gran apoyo que ha recibido su equipo, describiendo la situación no solo como un partido, sino como un mensaje poderoso para todo el mundo. Además, los jugadores palestinos afirmaron que su objetivo en esta gira europea, que incluye otro encuentro con la selección de Cataluña, es destacar el sufrimiento del pueblo palestino.
A pesar de la derrota a nivel deportivo, la selección "Al-Fida'i" logró una gran victoria moral, ya que los ingresos del partido benéfico se destinarían a apoyar a las organizaciones humanitarias que trabajan en Gaza, en un mensaje de esperanza y resistencia desde el corazón de los territorios ocupados. Fue una noche deportiva de solidaridad que quedará en la memoria de los aficionados como testimonio de que el deporte puede ser la voz de los oprimidos frente a la injusticia.
El partido amistoso entre la selección de Palestina y el País Vasco, que se disputó en el histórico estadio "San Mamés" en Bilbao, contó con una gran asistencia de más de 53,000 espectadores, quienes convirtieron el estadio en un enorme carnaval de solidaridad, llenando las gradas hasta el último asiento. La afición levantó con gran entusiasmo banderas palestinas y pancartas con mensajes de apoyo contundentes, destacando una pancarta gigante que decía: "Detengan el genocidio en Gaza".
Desde un punto de vista técnico, el partido terminó con una victoria de la selección del País Vasco por tres goles a cero, pero el resultado deportivo quedó en segundo plano ante la grandeza de la solidaridad humana. Las pancartas y los lemas no solo atacaron al ejército de ocupación israelí, sino que también exigieron la intervención internacional para detener los crímenes y violaciones continuas contra los palestinos.
Cabe destacar que todos los ingresos financieros de este partido histórico se destinaron a apoyar a las organizaciones humanitarias que brindan ayuda a los habitantes del devastado sector de Gaza, lo que añadió una dimensión benéfica y humanitaria profunda a este encuentro excepcional. Esta noche quedará grabada en la memoria como testimonio de que la solidaridad popular puede superar las barreras políticas y generar un impacto global.
Antes del inicio del partido, miles de aficionados organizaron una multitudinaria marcha por las calles de Bilbao en señal de solidaridad con Palestina, ondeando banderas palestinas y pancartas que exigían el fin del genocidio en la Franja de Gaza. Dentro del estadio, los seguidores se unieron hombro con hombro con los jugadores de ambos equipos en un momento emotivo que refleja el poder del deporte para unir a los pueblos en torno a causas humanitarias justas.
En declaraciones a la prensa, Ihab Abu Jazar, el director técnico de la selección palestina, expresó su orgullo y felicidad por el gran apoyo que ha recibido su equipo, describiendo la situación no solo como un partido, sino como un mensaje poderoso para todo el mundo. Además, los jugadores palestinos afirmaron que su objetivo en esta gira europea, que incluye otro encuentro con la selección de Cataluña, es destacar el sufrimiento del pueblo palestino.
A pesar de la derrota a nivel deportivo, la selección "Al-Fida'i" logró una gran victoria moral, ya que los ingresos del partido benéfico se destinarían a apoyar a las organizaciones humanitarias que trabajan en Gaza, en un mensaje de esperanza y resistencia desde el corazón de los territorios ocupados. Fue una noche deportiva de solidaridad que quedará en la memoria de los aficionados como testimonio de que el deporte puede ser la voz de los oprimidos frente a la injusticia.
El partido amistoso entre la selección de Palestina y el País Vasco, que se disputó en el histórico estadio "San Mamés" en Bilbao, contó con una gran asistencia de más de 53,000 espectadores, quienes convirtieron el estadio en un enorme carnaval de solidaridad, llenando las gradas hasta el último asiento. La afición levantó con gran entusiasmo banderas palestinas y pancartas con mensajes de apoyo contundentes, destacando una pancarta gigante que decía: "Detengan el genocidio en Gaza".
Desde un punto de vista técnico, el partido terminó con una victoria de la selección del País Vasco por tres goles a cero, pero el resultado deportivo quedó en segundo plano ante la grandeza de la solidaridad humana. Las pancartas y los lemas no solo atacaron al ejército de ocupación israelí, sino que también exigieron la intervención internacional para detener los crímenes y violaciones continuas contra los palestinos.
Cabe destacar que todos los ingresos financieros de este partido histórico se destinaron a apoyar a las organizaciones humanitarias que brindan ayuda a los habitantes del devastado sector de Gaza, lo que añadió una dimensión benéfica y humanitaria profunda a este encuentro excepcional. Esta noche quedará grabada en la memoria como testimonio de que la solidaridad popular puede superar las barreras políticas y generar un impacto global.