Las jugadas a balón parado.. el eslabón perdido en el proyecto de Xabi Alonso
Xabi Alonso continúa construyendo su nuevo proyecto con el Real Madrid a pasos firmes, donde el equipo ha adquirido una identidad clara basada en la alta presión, la salida organizada del balón y la solidaridad en el esfuerzo colectivo. Sin embargo, hay un pequeño detalle que preocupa al entrenador español en un sistema que parece cercano a la perfección: las jugadas a balón parado.
A pesar del notable desarrollo en el rendimiento del equipo, el Real Madrid solo ha logrado marcar un gol de una jugada a balón parado en 12 partidos esta temporada, el cual fue anotado por Arda Güler ante el Mallorca tras una serie de pases cortos dentro del área. A pesar de contar con un grupo de ejecutores destacados como Trent, Arda, Alaba, Rodrigo y Franco, junto a jugadores experimentados en el juego aéreo como Tchouaméni, Militao, Haussan y Bellingham, las cifras no reflejan esta superioridad.
El cuerpo técnico se dio cuenta de esta brecha temprano y comenzó a trabajar en su corrección. En el pasado verano, el club contrató a Jesús Rueda, analista de jugadas a balón parado que destacó con el Leganés, donde sus planes contribuyeron con un 21% de los goles del equipo la temporada pasada. Rueda trabajará junto a Tristán Celador y Óscar Michel para desarrollar nuevas estrategias ofensivas y defensivas, así como analizar la efectividad de cada ejecución.
En el partido de la Champions League contra la Juventus, apareció el primer indicio de cambio: diversificación en la ejecución entre tiros cortos y balones elevados, y la búsqueda de áreas inesperadas dentro del área, lo que generó más de una oportunidad clara a pesar de la falta de goles.
Es notable que este retroceso en Madrid contrasta con la exitosa experiencia de Alonso en el Bayer Leverkusen, donde las jugadas a balón parado fueron una de las características distintivas de su equipo, que se coronó campeón de la Bundesliga. En dos temporadas completas, el equipo anotó 34 goles de jugadas a balón parado (de los cuales 5 fueron de tiros libres directos), siendo Grimaldo el destacado en la ejecución.
Alonso es consciente de que los detalles marcan la diferencia en la cima, por lo que busca transformar las jugadas a balón parado de un punto débil a un arma decisiva en los grandes partidos, especialmente contra equipos que se basan en una defensa cerrada y cierran los espacios ante el juego abierto.
A pesar del notable desarrollo en el rendimiento del equipo, el Real Madrid solo ha logrado marcar un gol de una jugada a balón parado en 12 partidos esta temporada, el cual fue anotado por Arda Güler ante el Mallorca tras una serie de pases cortos dentro del área. A pesar de contar con un grupo de ejecutores destacados como Trent, Arda, Alaba, Rodrigo y Franco, junto a jugadores experimentados en el juego aéreo como Tchouaméni, Militao, Haussan y Bellingham, las cifras no reflejan esta superioridad.
El cuerpo técnico se dio cuenta de esta brecha temprano y comenzó a trabajar en su corrección. En el pasado verano, el club contrató a Jesús Rueda, analista de jugadas a balón parado que destacó con el Leganés, donde sus planes contribuyeron con un 21% de los goles del equipo la temporada pasada. Rueda trabajará junto a Tristán Celador y Óscar Michel para desarrollar nuevas estrategias ofensivas y defensivas, así como analizar la efectividad de cada ejecución.
En el partido de la Champions League contra la Juventus, apareció el primer indicio de cambio: diversificación en la ejecución entre tiros cortos y balones elevados, y la búsqueda de áreas inesperadas dentro del área, lo que generó más de una oportunidad clara a pesar de la falta de goles.
Es notable que este retroceso en Madrid contrasta con la exitosa experiencia de Alonso en el Bayer Leverkusen, donde las jugadas a balón parado fueron una de las características distintivas de su equipo, que se coronó campeón de la Bundesliga. En dos temporadas completas, el equipo anotó 34 goles de jugadas a balón parado (de los cuales 5 fueron de tiros libres directos), siendo Grimaldo el destacado en la ejecución.
Alonso es consciente de que los detalles marcan la diferencia en la cima, por lo que busca transformar las jugadas a balón parado de un punto débil a un arma decisiva en los grandes partidos, especialmente contra equipos que se basan en una defensa cerrada y cierran los espacios ante el juego abierto.