Bruno Lage, el entrenador del Benfica, se disculpó con los aficionados tras la histórica derrota ante Qarabag por 3-2 en la primera jornada de la Liga de Campeones, asegurando que asume la responsabilidad por no lograr la victoria en dos partidos consecutivos en casa.

Lage dijo: "No fue esta la noche que queríamos ofrecer a nuestros aficionados, ellos merecen mucho más que eso, tuvimos un buen comienzo pero no pudimos mantener el rendimiento durante los 90 minutos, mi primer mensaje para ellos es que hemos hecho mucho para estar en la Liga de Campeones, y no merecen este inicio".

Añadió: "Nunca seré un problema para el Benfica, el club me ha dado mucho y me ha brindado una carrera maravillosa, y si el presidente siente que he perdido el apoyo de los aficionados, yo seré el primero en irme, me iré cuando mi mensaje no llegue a los jugadores o si el presidente considera que no soy la persona adecuada".

Sobre cómo se sintió después de los abucheos y ver las toallas blancas de los aficionados, explicó: "Si yo fuera un aficionado, estaría muy triste, todos nosotros, tanto los jugadores como yo, sentimos tristeza y críticas por lo que ocurrió, no pudimos ofrecer un rendimiento estable durante el partido".

Lage señaló que el primer gol causó tensión en el equipo, añadiendo: "Intentamos, a través de los cambios, aumentar la presión, pero cometimos errores que rara vez ocurren, como dejar grandes espacios entre la defensa y las bandas, lo que permitió al equipo rival realizar peligrosos contraataques".

Terminó sus declaraciones enfatizando la importancia de regresar con fuerza, diciendo: "Trabajaremos para corregir los errores y volver con más entusiasmo para honrar el nombre del Benfica en los próximos partidos".