La administración del club Al-Fateh se apresuró a invertir en la venta del contrato de Ahmed Al-Jleidan al club Al-Ittihad, que superó los 40 millones de riyales, con el fin de resolver los problemas financieros que han impedido al club registrar nuevos jugadores.

Actualmente, la administración está trabajando para cerrar los casos del exentrenador Bilech y del jugador armenio Zilayan ante la FIFA, además de liquidar las deudas pendientes con el club Al-Hijr, en un paso que busca eliminar las deudas relacionadas con el fútbol.

La administración también ha comenzado sus gestiones para obtener la aprobación del registro de nuevos jugadores, entre los que destacan el portero Amin Bukhari, Sattam Tembakti y Faisal Darsi, mientras que algunos jugadores extranjeros han recibido ofertas alternativas, lo que los llevó a marcharse antes de resolver la crisis.

El equipo continúa su campamento en España en preparación para la nueva temporada, donde disputará dos partidos contra Ordino y Santa Coloma de Andorra, esto después de su dura derrota por cinco goles ante el filial del Atlético de Madrid, y la ausencia de Hussein Qasim por una lesión durante dos meses.

Al-Fateh es conocido por su política de venta de los contratos de sus estrellas como una fuente principal de ingresos, y la venta de Al-Jleidan representó la transacción número 17 en su historia en la liga profesional, después de la salida de nombres destacados hacia Al-Nasr, Al-Ahli y Al-Ittihad, mientras que Al-Hilal ha sido el menos beneficiado de sus talentos.