En una de esas noches de derbi que quedarán grabadas en la memoria del fútbol libio, el Al Ahli de Trípoli logró una victoria histórica sobre su rival Al Ittihad con un marcador de (4-1), en un partido que presenció escenas dramáticas dentro y fuera del campo, alcanzando el límite del enfrentamiento físico entre los jugadores, en medio de una protesta oficial del club Al Ittihad.

El Al Ahli entró en el encuentro con la determinación de un vencedor, imponiendo su ritmo desde el principio, aprovechando la fragilidad de la defensa del Al Ittihad, que parecía desorganizada e incapaz de seguir el rápido ritmo del partido.

El Al Ahli anotó cuatro goles completos, siendo el último un autogol que provocó una explosión de ira en las filas del Al Ittihad.

Tan pronto como se anotó el cuarto gol, estallaron protestas airadas del portero del Al Ittihad, quien se vio envuelto en una acalorada discusión con el jugador del Al Ahli Murad Al-Hadhli, antes de que el árbitro interviniera y mostrara la tarjeta roja a ambos.

Las tensiones no se detuvieron ahí, sino que se desarrollaron en un intercambio de golpes entre varios jugadores, lo que requirió la intervención de los cuerpos técnicos y de seguridad para controlar la situación y poner fin al caos que reinó en el campo.

Mientras el Al Ahli de Trípoli disfruta de la euforia de una victoria que lo acerca más a la conquista del título, el Al Ittihad vive una de sus peores noches futbolísticas, en medio de una gran indignación del público y demandas de rendición de cuentas a los responsables de esta caída estrepitosa.

La goleada del Al Ahli no es solo una victoria contundente, sino un terremoto deportivo que dejará sus secuelas dentro de los pasillos del Al Ittihad y en toda la escena del fútbol libio.