
¡La policía se mantiene en silencio... sus jugadores se van en calma!
El club de la policía iraquí vive un período crítico en el mercado de fichajes de verano, en medio de una fuerte hemorragia en las filas del primer equipo, lo que coloca a la administración y al entrenador Moamen Suleiman en una posición complicada antes del inicio de la nueva temporada, que trae consigo desafíos locales y continentales, siendo el más destacado la Copa de la Liga de Campeones de Asia para los élites.
A pesar del éxito del equipo en conseguir el título de la Liga de Estrellas de Irak por cuarta vez consecutiva, la trayectoria de los títulos se ha topado hoy con una realidad diferente, tras la salida de un gran número de pilares del equipo, ya sea por su notable rendimiento que atrajo la atención de otros clubes, o por decisiones técnicas emitidas por el cuerpo técnico.
Fuentes especiales han indicado que los jugadores de la policía se han convertido en objetivos principales para los clubes locales, debido a sus altas capacidades técnicas y experiencia internacional con la selección iraquí, especialmente después de que muchos de ellos fueron convocados recientemente por el entrenador australiano Graham Arnold, lo que ha elevado su valor de mercado de manera notable.
Uno de los nombres más destacados que ya ha salido es el defensor marroquí Ayoub El Mouden, quien se trasladó al club Al-Karma tras recibir una oferta financiera superior a lo que ganaba con la policía, además de su compañero Sajad Jassim, quien también prefirió la oferta de Al-Karma.
En otro golpe, el club no logró renovar el contrato del defensor internacional Akam Hashim, uno de los pilares fundamentales en la línea defensiva, quien se trasladó oficialmente al club Al-Zawraa con un contrato atractivo que supera en un 25% lo que ganaba en la policía, según las fuentes, lo que obligó a la administración a buscar urgentemente nuevas alternativas defensivas para jugar junto a Munaf Younis.
En cuanto al delantero Mohanad Ali “Mimi”, su situación sigue siendo inestable, ya que a pesar de su deseo declarado de quedarse, ofertas externas lo rodean, además de una oferta muy atractiva del club Zakho que busca atraerlo a toda costa, lo que genera preocupación al entrenador Moamen Suleiman, especialmente con la proximidad del partido de la Supercopa iraquí.
A pesar de todos estos desafíos, la administración de la policía verde eligió el silencio y no elevar la situación, mientras se prepara para lo que las fuentes han descrito como "planes alternativos" para superar esta difícil etapa. El primer paso en el que trabaja la administración es renovar los contratos de los jugadores restantes para mantener la estabilidad técnica, al mismo tiempo que abre la puerta a cualquier jugador que no desee continuar.
Aunque el temblor que ha afectado al equipo puede parecer preocupante, dentro del club hay optimismo de que la crisis actual se convertirá en una oportunidad para reconstruir el equipo sobre bases más sólidas, especialmente dado que la administración busca cerrar tratos de calidad y fuertes durante lo que queda del mercado de fichajes, preparándose para una temporada que trae amplias expectativas de los aficionados, siendo la más destacada lograr una participación digna en la Liga de Campeones de Asia.
Mientras la comunidad deportiva iraquí observa el destino y los desarrollos de la policía, la pelota sigue en el campo de la administración, que será puesta a prueba en su capacidad para mantener la identidad del equipo campeón y evitar que el club caiga en un ciclo de pérdida de equilibrio, especialmente con un entrenador que ha demostrado su capacidad para marcar la diferencia, si se le proporcionan las herramientas necesarias.
A pesar del éxito del equipo en conseguir el título de la Liga de Estrellas de Irak por cuarta vez consecutiva, la trayectoria de los títulos se ha topado hoy con una realidad diferente, tras la salida de un gran número de pilares del equipo, ya sea por su notable rendimiento que atrajo la atención de otros clubes, o por decisiones técnicas emitidas por el cuerpo técnico.
Fuentes especiales han indicado que los jugadores de la policía se han convertido en objetivos principales para los clubes locales, debido a sus altas capacidades técnicas y experiencia internacional con la selección iraquí, especialmente después de que muchos de ellos fueron convocados recientemente por el entrenador australiano Graham Arnold, lo que ha elevado su valor de mercado de manera notable.
Uno de los nombres más destacados que ya ha salido es el defensor marroquí Ayoub El Mouden, quien se trasladó al club Al-Karma tras recibir una oferta financiera superior a lo que ganaba con la policía, además de su compañero Sajad Jassim, quien también prefirió la oferta de Al-Karma.
En otro golpe, el club no logró renovar el contrato del defensor internacional Akam Hashim, uno de los pilares fundamentales en la línea defensiva, quien se trasladó oficialmente al club Al-Zawraa con un contrato atractivo que supera en un 25% lo que ganaba en la policía, según las fuentes, lo que obligó a la administración a buscar urgentemente nuevas alternativas defensivas para jugar junto a Munaf Younis.
En cuanto al delantero Mohanad Ali “Mimi”, su situación sigue siendo inestable, ya que a pesar de su deseo declarado de quedarse, ofertas externas lo rodean, además de una oferta muy atractiva del club Zakho que busca atraerlo a toda costa, lo que genera preocupación al entrenador Moamen Suleiman, especialmente con la proximidad del partido de la Supercopa iraquí.
A pesar de todos estos desafíos, la administración de la policía verde eligió el silencio y no elevar la situación, mientras se prepara para lo que las fuentes han descrito como "planes alternativos" para superar esta difícil etapa. El primer paso en el que trabaja la administración es renovar los contratos de los jugadores restantes para mantener la estabilidad técnica, al mismo tiempo que abre la puerta a cualquier jugador que no desee continuar.
Aunque el temblor que ha afectado al equipo puede parecer preocupante, dentro del club hay optimismo de que la crisis actual se convertirá en una oportunidad para reconstruir el equipo sobre bases más sólidas, especialmente dado que la administración busca cerrar tratos de calidad y fuertes durante lo que queda del mercado de fichajes, preparándose para una temporada que trae amplias expectativas de los aficionados, siendo la más destacada lograr una participación digna en la Liga de Campeones de Asia.
Mientras la comunidad deportiva iraquí observa el destino y los desarrollos de la policía, la pelota sigue en el campo de la administración, que será puesta a prueba en su capacidad para mantener la identidad del equipo campeón y evitar que el club caiga en un ciclo de pérdida de equilibrio, especialmente con un entrenador que ha demostrado su capacidad para marcar la diferencia, si se le proporcionan las herramientas necesarias.