Las miradas se dirigen a la capital jordana, Ammán, donde la selección iraquí se prepara para enfrentarse a su homólogo jordano mañana en el marco de la última jornada de las eliminatorias asiáticas decisivas para la Copa del Mundo 2026, en un partido que tiene un carácter crucial para ambas partes, especialmente para Irak, que busca recuperar la moral antes de entrar en el repechaje de las eliminatorias.

El esperado enfrentamiento será el número 49 en la historia de los encuentros entre las selecciones, habiendo jugado anteriormente 48 partidos, en los que la selección de los Leones de Mesopotamia ha mostrado un claro dominio, logrando 26 victorias, frente a solo 7 victorias para la selección jordana, mientras que 15 encuentros terminaron en empate.

Los “Leones de Mesopotamia” han anotado durante estos encuentros 79 goles, en comparación con 42 goles de Jordania, lo que refleja la diferencia técnica y mental en la historia de este conflicto futbolístico que se extiende por décadas. El primer encuentro oficial entre los dos equipos tuvo lugar en la década de 1960, y los enfrentamientos continuaron en diversas competiciones regionales y continentales, así como en partidos amistosos.

El último enfrentamiento oficial, que tuvo lugar en las eliminatorias asiáticas, terminó en un empate sin goles, en el partido que reunió a ambas selecciones en el estadio de Basora.

Sin embargo, mañana, bajo la gran presión tras la derrota de Irak ante Corea del Sur 2-0 y la pérdida de la oportunidad de clasificación directa, los hombres del entrenador Graham Arnold levantan el lema “no hay lugar para la relajación”, ya que el enfrentamiento será una oportunidad ideal para recuperar la confianza y el espíritu combativo antes de entrar en el repechaje del Mundial.

La historia está del lado de Irak, pero el fútbol solo reconoce el esfuerzo dentro del campo de juego, lo que convierte el enfrentamiento contra Jordania en una verdadera prueba para las ambiciones de los “Leones de Mesopotamia” de regresar con fuerza y reafirmar su dominio histórico ante un rival que siempre ha sido un oponente difícil, a pesar del dominio numérico de Irak.